• Como entidad representante de los productores agrícolas y ganaderos de Bizkaia se compromete con la reducción y reutilización del excedente alimentario.
• En Euskadi se estima que la cantidad de desperdicio alimentario supera las 350.000 toneladas al año.
La cooperativa de asociaciones agrícola-ganaderas de Bizkaia, LORRA, se ha sumado a la plataforma de Euskadi contra el despilfarro alimentario, que promueve la sostenibilidad y el consumo responsable.
La plataforma nace con la intención de ser un foro en el que participan instituciones, organizaciones, asociaciones y entidades para debatir y crear un plan de acción que será llevado a cabo en este ámbito. El reto consiste en lograr la reducción y reutilización de los excedentes alimentarios a través de la implicación de todos los sectores económicos.
LORRA, ligada al sector agroalimentario en Bizkaia, se suma a esta iniciativa y se compromete con la sostenibilidad y la calidad en la producción de alimentos, así como en su consumo responsable. “Vimos la necesidad de adherirnos porque la temática nos toca de cerca como colectivo de productores y nuestros objetivos están alineados con las metas que se proponen” comenta Martín Uriarte, gerente de LORRA.
Junto con el resto de integrantes de la plataforma LORRA apoya el manifiesto “No al despilfarro alimentario en Euskadi”, que plasma este compromiso en distintos puntos. Entre ellos, sensibilizar a la sociedad sobre el problema, fomentar la formación en buenas prácticas, promover los cambios normativos que favorezcan el aprovechamiento de los alimentos y apoyar la puesta en marcha de soluciones novedosas orientadas a este fin.
El desperdicio de alimentos es el conjunto de productos alimenticios descartados de la cadena agroalimentaria que siguen siendo adecuados para el consumo humano y, a falta de posibles usos alternativos, terminan eliminados como residuos. Según la FAO, más de 1.300 millones de toneladas de alimentos acaban en la basura cada año; es decir, un tercio de los alimentos producidos en el mundo. El derroche o desperdicio de los alimentos es uno de los principales retos de las organizaciones y gobiernos internacionales debido a su impacto social, medioambiental y económico.
En Euskadi se estima que la cantidad de desperdicio alimentario supera las 350.000 toneladas al año. Se estima que una persona crea desperdicios de 160 kg al año aproximadamente.
Para sumarse al reto del cambio es necesario desarrollar la alimentación en el territorio promoviendo un producto local y saludable ligado a la sostenibilidad. Gobierno Vasco ha puesto en marcha un plan de actuación que pondrá su foco en el ámbito de la producción, transformación, transporte, comercio y consumo de alimentos en el territorio.